Hoy, 30 de marzo de 2025, arrancaron oficialmente las campañas para la elección de cargos judiciales en México, un proceso inédito en el país que busca renovar 881 posiciones del Poder Judicial de la Federación (PJF) mediante voto popular.
Este evento marca un hito histórico, ya que por primera vez los ciudadanos elegirán directamente a jueces, magistrados y ministros, incluyendo nueve de los once puestos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
A nivel federal, 3,422 personas candidatas iniciaron su promoción, mientras que en 19 estados también se eligen cargos judiciales locales, sumando miles de aspirantes más en todo el país. Las campañas durarán 60 días, hasta el 28 de mayo, y culminarán con la jornada electoral el 1º de junio.
Contexto y Reglas del Arranque
El inicio de las campañas se da bajo un marco legal estricto establecido por el Instituto Nacional Electoral (INE). Los candidatos no cuentan con financiamiento público ni privado, debiendo costear sus actividades con recursos propios. Los topes de gasto varían según el cargo: 1.468 millones de pesos para aspirantes a ministros de la SCJN y magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral, 881,000 pesos para magistraturas regionales, 413,000 pesos para magistraturas de circuito y 220,000 pesos para jueces de distrito.
Se prohíben actos masivos, contratación de publicidad en medios tradicionales o digitales, y la participación de partidos políticos, limitando la promoción a redes sociales, volanteo en papel reciclado y foros organizados por sectores público, privado o social, siempre que sean gratuitos y equitativos.
A pesar de estas restricciones, la actividad en redes sociales ha sido intensa desde el primer minuto del día. Los candidatos han recurrido a plataformas como X, TikTok, Facebook e Instagram para presentarse, compartir sus trayectorias y propuestas, y conectar con la ciudadanía. Este enfoque responde tanto a las limitaciones legales como a la necesidad de hacerse visibles ante un electorado que, en muchos casos, desconoce a los aspirantes y el proceso mismo.
Actividad en Redes Sociales
La presencia en redes sociales ha sido variada y refleja la diversidad de perfiles entre los candidatos. Por un lado, figuras conocidas como las ministras en funciones Yasmín Esquivel, Lenia Batres y Loretta Ortiz, cercanas al oficialismo, han iniciado con eventos presenciales y una fuerte difusión digital.
Esquivel arrancó en el Tecnológico de Estudios Superiores de Ecatepec, Batres en la Ciudad de México, y Ortiz en el auditorio del Sindicato Mexicano de Electricistas, acompañando estas actividades con publicaciones en X y videos en TikTok explicando sus visiones de la justicia. Sus mensajes enfatizan un Poder Judicial “más cercano al pueblo”, alineándose con el discurso de la reforma impulsada por Morena.
Otros candidatos, menos conocidos, han optado por estrategias más modestas pero creativas. Por ejemplo, aspirantes a jueces de distrito y magistraturas de circuito han compartido videos cortos presentando sus credenciales académicas y experiencia profesional, mientras que algunos han usado infografías para explicar cómo funcionará la elección.
En X, publicaciones como las de @Juan_OrtizMX destacan la magnitud del proceso (“más de 880 cargos, 60 días de campaña”) y cuestionan la participación ciudadana, reflejando una mezcla de entusiasmo y escepticismo. En contraste, @chamanesco señala que, aunque las campañas son oficiales desde hoy, muchos aspirantes llevaban meses en promoción anticipada, un tema que ha generado críticas por la falta de fiscalización previa.
Perfiles de los Candidatos
Los 3,422 aspirantes federales incluyen una amplia gama de trayectorias: cerca de 400 son juzgadores en funciones que buscan mantenerse o ascender, mientras que otros provienen de la academia, despachos privados, activismo o cargos gubernamentales, muchos vinculados a la llamada “Cuarta Transformación” (4T).
Entre los nombres destacados están Ulises Lara, exfiscal de la CDMX, y Celia Maya, morenista que aspira a una magistratura del Tribunal de Disciplina, quienes han utilizado sus cuentas de redes sociales para publicar cápsulas informativas desde hace semanas. También figuran Paula García Villegas, hija de un exprocurador y Mario Bracamonte, exdirigente de Morena en Puebla, quienes combinan eventos presenciales con una presencia digital activa.
Esta diversidad se refleja en las estrategias: mientras algunos candidatos apuestan por un tono institucional y profesional, otros adoptan un estilo más popular, con mensajes emotivos o críticas al Poder Judicial actual. Sin embargo, la falta de recursos y la prohibición de publicidad pagada han generado una brecha visible entre quienes tienen mayor capacidad económica o redes de apoyo y aquellos que dependen únicamente de su esfuerzo personal.
Retos y Percepción Ciudadana
El arranque ha estado marcado por retos logísticos y de percepción. El INE ha puesto a disposición la plataforma “Conóceles”, donde los candidatos pueden subir sus currículums y propuestas, pero la saturación de aspirantes (hasta 64 por cada puesto de ministro, por ejemplo) dificulta que los ciudadanos identifiquen opciones viables.
En redes, posts como el de @JoseMarioMX advierten sobre una “tómbola disfrazada de elección” y el riesgo de influencia del crimen organizado, mientras que @FerMaldonadoMX resume las reglas y pregunta: “¿Votar o no votar?”.
La prensa reporta una mezcla de expectativa y confusión. Medios como La Jornada y El País destacan que los candidatos dependen casi exclusivamente de redes sociales y volanteo, lo que limita la posibilidad de un voto informado. Además, la ausencia de partidos y la prohibición de actos masivos contrastan con las elecciones tradicionales, generando incertidumbre sobre la participación ciudadana, especialmente tras los violentos comicios de 2024.
Eventos del Día
En las primeras horas, se registraron eventos discretos en varias ciudades. En Ciudad Juárez, Chihuahua, 263 aspirantes a 96 cargos locales iniciaron recorridos, mientras que en la Ciudad de México y otros estados candidatos como Ortiz y Esquivel encabezaron actos simbólicos.
En X, @xevtfm reportó que los 3,442 candidatos federales “buscarán el voto solo de manera impresa y digital”, subrayando las restricciones. La narrativa en redes oscila entre el optimismo por una justicia “democratizada” y el temor a una politización excesiva.
En resumen, el arranque de las campañas judiciales en México ha sido dinámico en el ámbito digital, con una notable presencia de candidatos en redes sociales, pero también ha evidenciado las limitaciones del proceso: inequidad económica, falta de claridad para los votantes y un desafío sin precedentes para el INE. Los próximos 60 días serán clave para medir el impacto de esta reforma en la justicia mexicana.