Aunque la elección judicial registró una participación muy baja, consejerías del Instituto Nacional Electoral (INE) aseguran que el proceso es válido y legal, ya que la legitimidad no depende el número de votantes y, en México, no hay un mínimo de votos requeridos para que una elección sea válida.
La consejera electoral, Carla Humphrey, dijo que el INE defendió su trabajo a pesar de las limitaciones. La institución cumplió “con creces” en un proceso inédito, pese a contar con poco presupuesto y apenas 8 meses de preparación.
En tanto que, el consejero electoral, Martín Faz, reconoció las dificultades que conlleva una elección inédita, con nuevos retos técnicos, pedagógicos y logísticos que nunca antes habían enfrentado.
En un mensaje a la nación, emitido al término de la Jornada Electoral del 1º de junio, la presidenta Claudia Sheinbaum calificó la elección como un “éxito democrático”. Defendió la reforma judicial impulsada en 2024 y aseguró que busca “acercar la justicia al pueblo y erradicar el nepotismo”.
Cabe señalar que, a diferencia de las consultas populares y los procesos de revocación de mandato, que requieren al menos el 40% de participación del padrón electoral para que sus resultados sean vinculantes, las elecciones federales —como la reciente jornada para elegir jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial— no exigen un umbral mínimo de votación para validar sus resultados.
La ley mexicana establece que una elección es válida si se sigue el procedimiento legal, sin importar cuánta gente vote. Las elecciones para elegir representantes son automáticamente obligatorias una vez que terminan, a diferencia de las consultas ciudadanas que sí necesitan un mínimo de participación. Por eso, aunque la votación sea poca, los resultados de la elección judicial tienen validez legal completa.Principio del formulario
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Según datos preliminares, solo votó entre el 12.57% y 13.32% de los ciudadanos registrados. Esto significa que aproximadamente 13 millones de personas acudieron a las urnas de un total de casi 100 millones de electores.
En esta elección se eligieron más de 2,600 cargos del Poder Judicial. Entre ellos están 9 ministros de la Suprema Corte de Justicia, 386 jueces de distrito, 464 magistrados y 5 miembros del Tribunal de Disciplina Judicial.
El proceso no estuvo libre de problemas. Se reportaron casillas que se instalaron con retraso y el uso de listas predefinidas de candidatos, conocidas como “acordeones”. También hubo una campaña deficiente de información a los ciudadanos.
Organizaciones como el Observatorio Universitario de la UAM señalaron estos obstáculos. Medios como La Jornada y Proceso también documentaron las fallas. Estos factores contribuyeron al desinterés y confusión entre la gente.
La oposición política y sectores como la CNTE habían llamado abiertamente a no votar. Acusaron al gobierno de buscar controlar al Poder Judicial a través de las elecciones.
En redes sociales algunos usuarios denunciaron un abstencionismo de hasta 90%. Sin embargo, esta cifra no ha sido confirmada oficialmente por el INE.
El instituto electoral continúa con el conteo oficial de votos. Ha habilitado una plataforma para consultar los resultados preliminares. Las cifras definitivas se conocerán en los próximos días.
Los nuevos jueces y magistrados electos asumirán sus cargos el 1 de septiembre. Mientras tanto, el debate sobre la independencia judicial continuará, especialmente si los elegidos son percibidos como afines al gobierno.
